Las máscaras antes eran de yeso y en explosionar los petardos tenian tendencia a romperse. Esto suponía un peligro para aquellos que saltaban. Pere Camps, creyó que había que buscar una solución y comenzó a pensar en un material que fuera más consistente para evitar más desperfectos y sobre todo, que nadie se hiciera daño. Fue así como construyó las primeras máscaras de ropa. Sobre un molde de madera que él mismo esculpió, comenzó a poner recortes de ropa encolada y, una vez estuvo seca, le quitó el molde. El resultado fue una carota mucho más segura y resistente. Después de algunas pruebas satisfactorias la llevó al Ayuntamiento para dar a conocer su hallazgo. Se presentó ante el alcalde, que entonces era en Joan Noguera , y se la enseñó.

El alcalde le preguntó si verdaderamente sería más resistente que las antiguas y Pere se lo demostró allí mismo: abrió el balcón del Ayuntamiento y tiró la careta al medio de la Plaza. El alcalde la hizo ir a recoger y al ver que no se había roto, le dio el visto bueno.

Fue a partir de ahí que las antiguas máscaras fueron dejando paso, paulatinamente, a las construidas con la nueva técnica. Actualmente, aún se elaboran de la misma manera; utilizando el molde que esculpió el Pere Camps hace más de 50 años. Desde su muerte, y hasta la actualidad, estos trabajos las han ido continuando sus descendientes. Y por muchos años!